Elmer Leroy/Tres Valles
La pobreza se ha convertido en el pretexto para que los jóvenes se inclinen por la delincuencia, debido a que no existen empleos ni formas de encontrar trabajo, opinó Gelasio Pulido Alarcón, párroco de Tres Valles.
Explicó que mucha gente se da por vencida desde el inicio, entran en desesperación y dejan de esforzarse por encontrar una oportunidad de emplearse, cuando existen muchas formas de obtener ingresos, para salir adelante.
Gelasio Pulido hace un llamado a los jóvenes |
“Hay personas que cuando no encuentran un trabajo ya no luchan, pero déjame decirte que se pueden vender empanadas, se pueden vender chocolates, se puede ir a los lugares donde hay buena economía para ganarse un dinerito”, señaló Pulido Alarcón.
La gente debe luchar hasta el final y fomentar los valores mediante la unión con Dios, dijo el presbítero, es por ello que la parroquia a su cargo está realizando cada 15 días retiros espirituales para los jóvenes.
“El joven no se debe dejar influenciar por las cosas malas del mundo, debe luchar en su actividad y su espiritualidad, que se mueva que sea activo para el progreso de sus familias y por su propia salvación”, manifestó.
Riqueza, inequitativa
El parroco explicó que el clima de pobreza, que vive el municipio, es un reflejo de lo que ocurre en el mundo, ya que se trata de todo un sistema en donde los recursos se encuentran en manos de unos cuantos mientras que la mayoría carece de lo más indispensable.
“Esto para nosotros como parroquia es preocupante porque la gente vive indignamente, padece muchas necesidades”, detalló.
Declaró que espera que el próximo ayuntamiento aumente la producción en el campo y genere muchas fuentes de empleo para combatir la pobreza que existe en la demarcación.
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